“…La Democracia, que tanto pregonan los ilusos, es un absurdo en los países como los americanos, llenos de vicios y donde los ciudadanos carecen de toda virtud, como es necesario para establecer una verdadera República. (…) La República es el sistema que hay que adoptar; ¿pero sabe cómo yo la entiendo para estos países? Un Gobierno fuerte, centralizador, cuyos hombres sean verdaderos modelos de virtud y patriotismo, y así enderezar a los ciudadanos por el camino del orden y de las virtudes…”
Personaje querido, odiado, respetado y ninguneado es Diego Portales. Nacido el 16 de junio de 1793 en Santiago. Católico por bautismo, como constatamos en la Fe de Bautismo exhibida en nuestro museo, y de práctica en algunos periodos de su vida. Su buena relación con la Iglesia fue creciendo con el tiempo, no tanto por su vida cristiana, que en todo caso siempre hizo alarde de su mal comportamiento, sino porque consideraba que la Iglesia le podía servir en la construcción de su modelo político como formador de hombres de virtudes. Esta relación de intereses es la que manifiesta Portales con instituciones y personajes de la historia política de Chile.
Bastante conocido es el carácter de Portales, no solo a través de la historiografía sino principalmente por su epistolario, lleno de palabras de gran peso que nos dejan ver sus ideas. Sin embargo, este personaje republicano es conocible a través de todo aquello que dejó escrito, pero también por la sombra de su persona que cae sobre el orden y prosperidad de los gobiernos conservadores del siglo XIX y por encima de todo, en la Constitución de 1833.
Si bien es cierto que la historia de este personaje genera una gran controversia, no podemos no destacar que en torno a su persona se generó el primer gran sentimiento de patriotismo que hizo a muchos dubitativos, tomar finalmente una postura de apoyo a una guerra apoyada desde un principio por el propio Portales contra la Confederación Peruana Boliviana.
De gran interés es una carta dirigida a don Juan Antonio Bauzá, también en exhibición en nuestro museo, de autoría del General José de San Martín, en donde manifiesta su conocimiento del orden que gozaba Chile:
“Y no puedo figurarte [pues] grande es mi satisfacción al ver la marcha de prosperidad y orden que sigue Chile ¿Qué contraste no presenta esta brillante situación con la anarquía y desorden que devora a los otros estados limítrofes? Ellos podían tomar por modelo su felicidad, debida a su orden, moderación y al Patriotismo de los buenos hombres que como el general Prieto, han trabajado con tesón y acierto en favor de su Patria.”
Sobre la cual, también entre líneas, podríamos descubrir parte del ideario de Portales.
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Referencias:
Sergio Villalobos – Historia de Chile
Gabriel Salazar – Portales
Diego Portales – Epistolario