La colección de platería incluye especialmente objetos litúrgicos del siglo XVII y XVIII, sagrarios, candelabros y centilleros, además de objetos de uso civil como mates y sahumadores correspondientes al siglo XIX.

La orden de los jesuitas fue la primera en establecer en la Hacienda de Calera de Tango talleres de orfebrería, que estuvieron a cargo del Padre Superior Carlos Haymhausen, lugar donde se crearon hermosas piezas de platería y oro como cálices, custodias, copones, ostensorios, centilleros, lámparas, incensarios y vinajeras.

Los centilleros son candelabros de siete luces que se usaban para la exposición del Santísimo Sacramento; algunos de plata maciza y otros forrados en láminas de plata repujada y cincelada. El Sagrario generalmente forma parte de la arquitectura de la iglesia, puesto que es el lugar donde se custodian las hostias. También eran importantes las lámparas votivas, incensarios, cruces procesionales, generalmente elaboradas en plata.