El santoral católico recuerda los 29 de junio a San Pedro y San Pablo.
San Pedro
La representación convencional de san Pedro lo presenta ya anciano, portando las llaves (llaves del Reino de los Cielos).
Entre sus atributos se cuentan también la barca (por su profesión), el libro y el gallo (por sus negaciones). Ocasionalmente se lo reviste de los atributos de un obispo o de un papa, si bien las tradiciones relativas a estos no se fijaron hasta mucho más tarde. Las escenas de su martirio lo presentan por lo general cabeza abajo.
San Pablo
Viste túnica y manto rojo como los apóstoles. Se representa tradicionalmente de edad madura y más o menos calvo y con barba negra.
Su atributo personal es la espada, el instrumento de su martirio, pues al ser ciudadano romano la pena de muerte a la que fue condenado se efectuó por decapitación. También lleva un papel escrito o un libro, con relación a sus cartas.
En las representaciones de su conversión en el camino de Damasco aparece vestido con atuendo militar romano o medieval. También se representa a veces montado sobre un caballo, o siendo derribado de él por una luz muy brillante e intensa.