San Antonio de Padua

San Antonio de Padua con Niño Dios Autor desconocido Escuela Cuzqueña Escultura religiosa Madera tallada y policromada Proviene de la Capilla de Lo Arcaya Donación: Sucesión Oscar Dávila Izquierdo

Franciscano portugués nacido en Lisboa en 1118. Fue bautizado con el nombre de Fernando, ingresó en San Vicente de Fora como canónigo regular agustiniano, y ahí se dedicó a los estudios eclesiásticos. Pasó luego a Santa Cruz de Coimbra y conoció a los primeros franciscanos que se habían instalado en Portugal, a los cuales se asoció después de haber obtenido los permisos necesarios. A partir de ese momento se llamó Antonio, recordando al gran patriarca de los monjes egipcios y porque a él estaba dedicada la casa de los Frailes Menores a la cual ingresaba.

Se embarcó para evangelizar a los moros de Marruecos, pero una grave enfermedad le impidió cumplir con su cometido, siendo enviado de regreso a Europa. Una tempestad llevó el barco a Sicilia, y de Mesina se trasladó a Asís, donde se realizaba el capítulo general convocado por Francisco. Ahí pasó inadvertido, retirándose luego a un pequeño convento de la Romaña.

Su actividad como predicador famoso se inició en Forli, continuó luego por varias ciudades de Italia y el sur de Francia. San Francisco lo designó para enseñar teología en Bolonia, pero dicho cargo lo ejerció durante poco tiempo, pues era solicitado en muchos lugares como predicador. Antonio enfermó de hidropesía y decidió retornar a Padua. Ya en las proximidades, se detuvo en el convento de las clarisas pobres en Arcella, donde murió prematuramente el 13 de junio de 1231, a la edad aproximada de 35 o 36 años. Antonio de Padua fue el segundo santo más rápidamente canonizado por la Iglesia, tras san Pedro Mártir de Verona. Es uno de los santos católicos más populares y su culto se encuentra extendido universalmente. Su festividad se celebra el 13 de junio.

Su iconografía en América se difundió y mantuvo prácticamente fija la imagen del santo de pie, vestido con el hábito franciscano y sosteniendo al Niño Jesús, que puede aparecer sentado o de pie sobre un libro. Su atributo más difundido es el lirio, pero también puede llevar una palma.

Los milagros de San Antonio de Padua. Gerónimo Benete. Museo de Bellas Artes de Bs As.

A pesar de que fue obeso y de talla inferior a la normal, ha sido representado como un joven imberbe y delgado y sólo los imagineros lusitanos respetaron los rasgos físicos antes señalados, aunque idealizándolos.

El Museo del Carmen de Maipú posee una bella imagen tallada, policromada y encarnada de San Antonio con el Niño de Dios. En esta imagen lo vemos arrodillado sobre una nube con su vestimenta religiosa (hábito) de color azul, comúnmente se representó de color castaño oscuro, sin embargo, a fines del siglo XVIII y XIX, algunas comunidades Franciscanas americanas lo vistieron de color azul.

Se caracteriza su imagen por la tonsura en su cabeza, que se le denomina al corte rapado, propio del primer rito clerical y la aureola de plata labrada que representa la santidad. En su mano derecha lleva un lirio de plata que simboliza la virginidad y en su mano izquierda un libro en el que está de pie el Niño Dios.

Referencias:

Héctor H. Schenone, “Iconografía del Arte Colonial”, Fundación Tarea 1992, Argentina.

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